11 de diciembre de 2011

La ruleta de la vida nunca deja ni de girar ni de sorprendernos...

Cuando hay una coincidencia entre dos ruletas, se produce una situación. Esa situación depende siempre de los anteriores giros.

Hay gente que juega a trucar las ruletas para que su giro le sea beneficioso, pero se olvida de analizar las consecuencias totales... He ahí los imprevistos.

Pongamos un escenario concreto y juntemos en él, a lo largo de un día, los resultados de varios giros. Veremos indiferencia, odio, amor, celos, lujuria, amistad, cariño, lágrimas... Todo el elenco de emociones.

Sin embargo, hay aún más ruletas en juego. Más pequeñas, pero no por ello menos determinantes. Entre mirar a la derecha o a la izquierda cuando tienes la mirada perdida puede haber la diferencia entre encontrar una herida del pasado o una venda del futuro... y viceversa...

Ah, vida, vida, vida...

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