de hierro y pensamiento.
Soledad, por haber errado,
como castigo autoimpuesto.
Me veo con la vista perdida
entre estas cuatro paredes...
Y aunque quiera ignorarlo
tiene barrotes la cárcel.
Intento romperlos con ahínco...
Pero... ¿Qué pueden esta
tonta alma y tonto cuerpo
contra hierro y pensamiento?
Y desisto comprendiendo...
Esta es mi penitencia.
Lo que siento que merezco:
soledad por haber errado.
¡Mas fuera la hipocresía!
Soy víctima y carcelero
de este, mi guión de drama,
como castigo autoimpuesto.
Tiene barrotes la cárcel
de hierro y pensamiento.
Soledad, por haber errado,
como castigo autoimpuesto.