29 de junio de 2017

Te voy a confesar un secreto: soy un nostálgico.

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¿Eh, a que viene esa mirada sarcástica?

Vale, vale, me doy cuenta. Hablo mucho de mi pasado, tengo un blog en el que intento inmortalizarlo... Muchas pistas muy obvias, ¿no? Aún así, déjame que te cuente, anda...

Verás, hubo una época en mi vida en la cual... no pasaba nada. Mi preadolescencia fue bastante monótona. En gran parte porque tenía varias cosas encima que me bloqueaban y no me dejaban avanzar. No quería aceptar el presente en el que vivía, me aferraba a un pasado idealizado e inalcanzable y, en general, me adapté a una rutina que me permitió adquirir una gran cultura videojueguil... a costa de un par de docenas de habilidades sociales.

Llegué a sentir que no viviría una vida plena jamás, y llegué a creerme una frase que hoy no para de sacarme sonrisas:

"Nunca tendré nada que contarle a mis nietos".

Ja, iluso...

Por suerte, esos años dieron pie a una etapa de no-stop. Y tampoco es que haya hecho cosas especiales a nivel general: estudios, trabajo, relaciones personales, hobbies... Vivo una vida relativamente normal. Un pelín dramatizada a veces, si, pero bastante al uso...

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Se que normalmente estas cosas tendrían que ser introducción-nudo-desenlace, pero realmente hoy no se si quería llegar a algún lado o simplemente capturar una sensación... así que mejor voy cortando ^^U

19 de junio de 2017

¿Qué hay más allá?

Nadie vuelve de un viaje. Quien se va es una persona, quien vuelve es otra. Y todos los días asistimos al comienzo y al final de esa metamorfosis milagrosa sin darnos cuenta de ello. Todos los días alguien empieza su camino, y a cada momento una cara cansada te transmite que ha terminado otra parte más del suyo propio...

¿Quién hay al final de este que comienzo?

11 de junio de 2017

Ya no te debo nada. Y no lo digo con rencor, amargura o revanchismo. Lo digo convencido de que antes tenía una deuda que saldar con ambos. Una especie de "prueba", de "examen" para ver si había aprendido algo de los errores que cometí, y para saldar todas las promesas que había hecho.

Y como tanto tú como yo hemos decidido ya...

Ya no te debo nada.

Te quiero, y hasta siempre

10 de junio de 2017

De Paulo Coelho

Todo guerrero de la luz tuvo miedo antes de entrar en combate.
Todo guerrero de la Luz traicionó y mintió en el pasado.
Todo guerrero de la Luz falló en sus obligaciones espirituales.
Todo guerrero de la Luz dijo sí cuando quería negarse.
Todo guerrero de la Luz hirió a alguien que amaba.
Por eso es un guerrero de la luz; porque pasó por todo eso y no perdió la
esperanza de ser mejor de lo que era.

3 de junio de 2017

Carta en botella, por si llega

Si estás leyendo esto, hay dos posibilidades. Puede que seas la destinataria de mi carta. Puede que no lo seas. No voy a decir específicamente para quién va esto, claro, no es así como funcionan estas cosas. Si te sientes identificada, si sabes que es a ti a quien va, por favor, léeme hasta el final.

Hace ya 10 meses que pasó todo eso. El tiempo vuela... Pero quiero que sepas que he pensado en ti cada día desde ese momento. Y que me duele muchísimo no poder estar ahí, y que tú no puedas estar aquí. Me duele, y quizá hasta me obsesiona el no saber si hay algo que esté en mi mano que pueda cambiar todo esto.

Llevo todos estos meses reflexionando, dándole vueltas. Todo lo que hice, dije, sentí y pensé. Y todo lo que no. Se qué he hecho cosas bien y cosas mal, y hay cosas que no sé si realmente fueron las correctas o no... Sobre esos días, sobre todo el camino que nos llevó desde que nos conocimos hasta allí, sobre todo lo que me ha llevado a mi desde el día que nos despedimos hasta hoy...

Da igual cuanto piense, siempre llego al mismo muro. ¿Qué piensas tú? ¿Qué sientes? ¿Por dónde te ha llevado la vida? ¿Me odias? ¿O quizá podrías perdonarme?

Dudas...

Quizá estoy siendo muy duro conmigo mismo. En el fondo, se que realmente hice lo que tenía que hacer, porque te prometí ser siempre sincero contigo. Me hubiera gustado poder llevarlo mejor, poder lograr que fuera menos hiriente para ambos, poder haber estado en todo momento a la altura... Pero aún así creo que, dentro de todas mis limitaciones y errores, lo hice lo mejor que pude, y siempre pensando en ti, aunque no me creas.

Pero no quiero convertir esta carta en una excusa barata. Lo que quiero es romper con mis dudas de una maldita vez. Quiero hablar contigo, quiero pedirte que, una vez más, te abras a mi, y que me dejes abrirme a ti. Quiero poder contarte como me siento, quiero saber que piensas tu ahora... Quiero cerrar heridas, y construir una amistad contigo.

Porque has sido una persona excepcionalmente importante para mi. Más de lo que te puedes imaginar. Junto a ti he reído y he llorado, he viajado y me he quedado en casa, he hecho lo de siempre y cosas nuevas... Nunca voy a olvidar todo el tiempo que hemos pasado juntos, y ya no puedo contar mi historia sin concederte focos de protagonista en una parte de la misma. Y precisamente en honor a todo eso, y a todo lo que significas para mi, precisamente por eso me encantaría que siguieras formando parte de mi vida.

Dudo que leas esto, la verdad. Pero si lo lees, a estas alturas ya deberías saber que te estoy hablando a ti. No se aún cuando, pero contactaré contigo de nuevo. Y me encantaría que pudiéramos hablar de tu a tu en esta ocasión, sin formalidades, sin tiranteces, sin frialdad. A donde nos lleve eso... Ya se verá. Pero por lo menos dame la oportunidad de que ambos podamos terminar de cicatrizar. Yo al menos lo necesito para poder seguir adelante.

Se feliz, y no te olvides de que te sigo queriendo un montonazo.

Un abrazo

Isma