3 de junio de 2017

Carta en botella, por si llega

Si estás leyendo esto, hay dos posibilidades. Puede que seas la destinataria de mi carta. Puede que no lo seas. No voy a decir específicamente para quién va esto, claro, no es así como funcionan estas cosas. Si te sientes identificada, si sabes que es a ti a quien va, por favor, léeme hasta el final.

Hace ya 10 meses que pasó todo eso. El tiempo vuela... Pero quiero que sepas que he pensado en ti cada día desde ese momento. Y que me duele muchísimo no poder estar ahí, y que tú no puedas estar aquí. Me duele, y quizá hasta me obsesiona el no saber si hay algo que esté en mi mano que pueda cambiar todo esto.

Llevo todos estos meses reflexionando, dándole vueltas. Todo lo que hice, dije, sentí y pensé. Y todo lo que no. Se qué he hecho cosas bien y cosas mal, y hay cosas que no sé si realmente fueron las correctas o no... Sobre esos días, sobre todo el camino que nos llevó desde que nos conocimos hasta allí, sobre todo lo que me ha llevado a mi desde el día que nos despedimos hasta hoy...

Da igual cuanto piense, siempre llego al mismo muro. ¿Qué piensas tú? ¿Qué sientes? ¿Por dónde te ha llevado la vida? ¿Me odias? ¿O quizá podrías perdonarme?

Dudas...

Quizá estoy siendo muy duro conmigo mismo. En el fondo, se que realmente hice lo que tenía que hacer, porque te prometí ser siempre sincero contigo. Me hubiera gustado poder llevarlo mejor, poder lograr que fuera menos hiriente para ambos, poder haber estado en todo momento a la altura... Pero aún así creo que, dentro de todas mis limitaciones y errores, lo hice lo mejor que pude, y siempre pensando en ti, aunque no me creas.

Pero no quiero convertir esta carta en una excusa barata. Lo que quiero es romper con mis dudas de una maldita vez. Quiero hablar contigo, quiero pedirte que, una vez más, te abras a mi, y que me dejes abrirme a ti. Quiero poder contarte como me siento, quiero saber que piensas tu ahora... Quiero cerrar heridas, y construir una amistad contigo.

Porque has sido una persona excepcionalmente importante para mi. Más de lo que te puedes imaginar. Junto a ti he reído y he llorado, he viajado y me he quedado en casa, he hecho lo de siempre y cosas nuevas... Nunca voy a olvidar todo el tiempo que hemos pasado juntos, y ya no puedo contar mi historia sin concederte focos de protagonista en una parte de la misma. Y precisamente en honor a todo eso, y a todo lo que significas para mi, precisamente por eso me encantaría que siguieras formando parte de mi vida.

Dudo que leas esto, la verdad. Pero si lo lees, a estas alturas ya deberías saber que te estoy hablando a ti. No se aún cuando, pero contactaré contigo de nuevo. Y me encantaría que pudiéramos hablar de tu a tu en esta ocasión, sin formalidades, sin tiranteces, sin frialdad. A donde nos lleve eso... Ya se verá. Pero por lo menos dame la oportunidad de que ambos podamos terminar de cicatrizar. Yo al menos lo necesito para poder seguir adelante.

Se feliz, y no te olvides de que te sigo queriendo un montonazo.

Un abrazo

Isma

No hay comentarios:

Publicar un comentario