24 de noviembre de 2010

Con exámenes hasta las cejas os expongo mis quejas

O de cuando lo titulado es un involuntario pareado.

14 de noviembre de 2010

De cuando lo prometido es deuda

Hacer promesas puede derivar en cosas extrañas... o excitantes.

No, no voy a escribir un relato erótico ni  poner imágenes con contenido pornográfico...

¿O si?

Buff, mejor que leáis toda la entrada... Si es que a veces es mejor no hacer promesas...

Si mi memoria no me falla, es posible que os haya hablado de mi aficción al cum al Monster Hunter Tri. Gracias a ese juego tuve oportunidad de conocer a algunos de los que hoy son buenos amigos míos, como el soplapol... trompetista y dibujante Cumdrac Andrac. Desde que empezamos a jugar al Monster Hunter en abril hemos tenido un gran contacto íntimo y sano compañerismo y hemos adquirido una gran compenetración y sana complicidad en ciertas bromas que ambos entedemos a la perfección.

Una de ellas es la que paso a mostrar a continuación.



Os dejo ahora diez minutos para que os levantéis, salgáis corriendo de casa, os metáis en el centro de la espesura del bosque más pesado, gritéis un sonoro "WTF?!?!?!?!" y volváis. Pero no tardéis, que no tengo todo el día.

Bueno, será mejor que explique a que vino todo esto...

La historia se remonta a aquella época en la que me "compré" XD, que chiste más bueno el Monster Hunter. En un principio, Andreu y yo éramos sensuales gladiadores compañeros de fatigas a la par que rivales, y cooperábamos casi tanto como nos porcul... competíamos. Durante un tiempo hablábamos por MSN (al tiempo empezamos con el Skype) y allí compartíamos nuestros desvaríos. Espera... eso está bien. No había que tacharlo... desvaríos. Una de esas conversaciones fue la siguiente (gracias, cari Andreu por la imagen):

 

Podéis ampliar si no lo véis claro.

Total, que tras varios minutos de risa el asunto quedó ahí... ¿o no?

Varios meses después, llamé a Andreu para nuestra sesión hardcore... ¡de cazar Alatreones, mal pensados! Y me recibió con una pícara vocecilla canturreando "mira lo que tengo". Como todos habéis adivinado, era algo colosal y que me causó un placentero momento...

¿A qué vienen esas caras?

*Relee lo escrito*

Bueno, lo que quería decir es que me enseñó el dibujo de arriba de todo sin entintar ni colorear, y el "placentero momento" fueron unas carcajadas...

Dios, es que hoy en día hay cada mente sucia por la vida...

En fin, yo le prometí que, si lo acababa, lo subiría a mi blog... Y no veáis lo que me arrepiento. La buena imagen de mi blog, de selecto vocabulario y excelsos contenidos pedagógicos mancillado por una Rathian en tanga... y un Rathalos en calzoncillos.

Pero bueno, lo prometido es deuda. Ahora me toca a mi cobrarme el pago en su cuerpo...

¡Malpensados! ¡Que solo me va a ayudar con la mudanza!

13 de noviembre de 2010

Agoremas

Cuando la imaginación despierta
y nuevas estructruas inventa.


12 de noviembre de 2010

8 de noviembre de 2010

Luvas Verdes - Alborada de Pontecaldelas



Raro es que aún no haya puesto esta canción. Otro día, con más tiempo, colgaré algunas de mis canciones favoritas de gaita y a ver si en mejor calidad...

3 de noviembre de 2010

De estudios y odas

Lamento no poner introducción adecuada
a estos rimados escritos,
pero la tarea que quedó atrasada...
Va a ser que requiere de un vistacillo.

1 de noviembre de 2010

Una peculiar entrada

Lunes por la tarde. Tras terminar de comer, me derrumbo en el sillón y enciendo el ordenador. La semana me pasa factura: mi cerebro y mi cuerpo piden descanso. Enciendo el ordenador, me enchufo los cascos y desconecto durante un momento de lo que me rodea.

Cierro los ojos durante unos instantes y procuro no pensar en nada. Olvido lo que me rodea hasta tal punto que no pongo música en el ordenador. No la necesito. Simplemente, sigo la melodía de mis pensamientos y me pierdo entre sus notas.

Es increíblemente reconfortante estar unos segundos sin pensar en nada. Durante ese breve intervalo de tiempo, los problemas y las tensiones se alejan. El examen que tienes mañana no es más que una ilusión en un lejano horizonte, la discusión con tu novi@ deja de atormentarte y hasta el inminente despertar a la realidad te parece una quimera.

Abro los ojos de nuevo y caigo en la cuenta de que, realmente, hay música en mis oídos. Miro al monitor: suena "Kakariko Village", de Koji Kondo. Una canción tremendamente melancólica sacada de la genial BSO de "The Legend of Zelda: Ocarina of Time". Llamadme friki, pero si le quitas el nombre y se la pones a alguien es probable que le caigan bastantes alabanzas.

Pongo en la lista de reproducción el resto de la BSO y abro el navegador. No se por qué, pero lo cierro sin dejar que carguen las páginas de inicio y abro el Word. Me apetece escribir, supongo.

Las palabras salen casi solas y mis dedos se deslizan por el teclado, componiendo un mundo nuevo y sus personajes. ¿Cómo serán? No lo sé, ya que no estoy pensando lo que escribo. Simplemente, tecleo. Al cabo de media hora de escritura automática, cierro el documento sin guardarlo ni leerlo.

Miro la hora. Son las 16:00. Saco los libros y me pongo a estudiar. Me siento tremendamente descansado y dispuesto a escribir mis cuatro carillas de rigor para el trabajo de filosofía.

Dos horas más tarde he acabado todo y me doy cuenta de que tengo aún mucha tarde por delante. Desde que he empezado este curso, pocos son los ratos libres que tengo entre semana, y este en concreto decido aprovecharlo.

Podría hacer muchas cosas. Quizá coger la gaita e ir al paseo marítimo de mi pueblo, aprovechando el buen día que hace. Puede que llamar a alguien e ir a dar una vuelta por ahí. Incluso ir mirándome el examen del viernes.

Como si fuera un movimiento ensayado me levanto, coloco la silla, doy dos pasos hacia la puerta... y vuelvo a la posición original.

El ordenador me había quedado encendido, así que basta con menear un poco el ratón para tenerlo operativo de nuevo. Siguiendo un recorrido muy conocido, abro FireFox, clickeo en la pestaña de marcadores y pulso la tecla F cinco veces. "Filosente".

Me pongo a teclear y escribo este día de hoy. No se por qué, ya que nunca he sido de hacer el típico blog de "reflexión a lo diario sobre un día sin ningún objetivo concreto". Aunque tampoco suelo poner música, ni empezar la tarea tan tarde, y mucho menos escribo cosas sin pensar, sin leer y sin guardar.

Hoy, por un día, me he atrevido a romper conmigo mismo y a no ser yo para identificarme más conmigo mismo. No soy un robot que sigue un patrón diario, sino una persona que, por muy cuadriculada que sea, siempre tiene un margen de actuación al azar.

O puede que no...

Es decir, he hecho una entrada rara, pero la he hecho por partes, me ha llevado varias semanas y he acabado llegando a una conclusión filosófica. ¿No es eso lo que suelo hacer?

Bah... Aprovechemos para crear categoría nueva y para dar por zanjado los diez minutos de descanso del día.