Quiero que toda esta bruma
que me duelo y que me abruma
sea un férreo precedente
para quien aun no camina.
Y la gente que me oye
mi ingenuidad desoye
y en ligero reproche
su visión me explican:
Que no hay dolor sin alegría
y menos fuerte es la algarabía
del que ni celebra ni aprende
pues el mal aún le sorprende.
Pues sin sol no se hay sombra
y si ya nada te asombra
quizá es que no ves la hostia
que asoma por la esquina.
Y no es maldad ni es inquina
solo es un pensamiento
que aún no se si es cierto
pero me hace dudar...
Que quizá sin sufrimiento
no llega el conocimiento
de las cosas importantes:
herramientas para andar
El que prende, aprende...
y el que no, se sorprende.