6 de diciembre de 2013

Barbaridad de noticia

¡Qué barbaridad!
Ni SuperFacundiño
dejó de sentirlo:
adiós, Botana.

Cuando escuché las palabras
qué me anunciaban tu ida
no pude evitar parafrasearte...
¿Bromeas con eso? ¡Qué barbaridad!

Más al final fue cierto
que te debo la despedida...
Del abrazo de la muerte
no te salvó SuperFacundiño.

Tiende el orden a la entropía
como la vida tiende a la muerte,
y la química sigue sus procesos
aunque él dejó de sentirlo...

No puedo evitar recordarte
como el profesor que fuiste,
humor delirante a cada instante:
y te digo hoy adiós, Botana.

¡Qué barbaridad!
Ni SuperFacundiño
dejó de sentirlo:
adiós, Botana.


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