2 de septiembre de 2016

Era tan ancho como un barril de cerveza (o "Agua y aceite")

Si nos miras al espejo,
verás, seguro,
que si quitas el pelo
somos reflejo,
reflejo el otro del uno.

Y hasta ahí la igualdad.

Porque donde yo digo algo
ella dice lo contrario:
coincidir es casualidad.

Donde yo planeo alto,
ella está en el suelo...
Y busca alzar el vuelo
cuando yo he aterrizado.

Ella es de dulce,
yo de salado.

Yo lloro mirando al viento,
triste, teatrero, dramático.
Ella llora riendo,
siempre en lugares cerrados.

Ella se dice insegura crónica
y sarcástica compulsiva.
Con la primera, misma tónica,
pero no envenena mi saliva.

Ambos buenos, según dicen,
¿modelos de referencia? Eso opinan.
Ella es profesora,
lo mío es la ingeniería.

Y por en eso no parecerse
cambio las gafas por lentillas.

A veces nos gusta estar juntos,
pero nadie nos revuelve,
pues intentarlo es imposible:
somos agua y aceite...

Y no me entra en la cabeza,
como siendo hermanos,
yo he escrito este poema
y ella compare un ancho
con el del barril de cerveza...

Y perdóname, hermana,
si sientes que te he engañado,
pero técnicamente he ganado:
el poema tiene tu metáfora :P

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