Siempre tuve este miedo...
¿cómo te voy a sustituir?
Me respondes con una sonrisa
"cada día, la clave es vivir".
Mis dudas más infranqueables,
mis barreras más eregidas...
Cada vez que me ayudas a tumbarlas,
siempre tuve este miedo.
¿Sabré tirarlas cuando no estés?
¿Sabré ser tan sabio como tú?
En mi inseguridad me desespero:
¿cómo te voy a sustituir?
Me lees, como siempre haces,
me abrazas, mientras replicas.
"No soy tan sabio como crees"
me respondes con una sonrisa.
Cuando creas no poder más,
te sentará la vida. Sin duda.
Y cuando lo haga, recuerda esto
cada día, la clave es vivir.
Y aún sigo con algo de miedo,
pues no te quiero sustituir.
Pero sonrío: me has enseñado
que cada día, elijo como vivir.
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