21 de septiembre de 2017

Hace ya algún tiempo tuve una compañera que se expresaba de forma muy pasional. Ella decía, cuando trabajaba cómoda e ilusionada, que estaba "enamorada" de su trabajo. Se enamoraba de los proyectos, de los compañeros, de los jefes, de las gestiones, de los procedimientos... Siempre me hizo gracia como lo decía, aunque también es cierto que me ilusionaba ver a alguien tan feliz con lo que hacía.

A día de hoy, creo que puedo entender a que se refería. Hoy me siento enamorado de mi trabajo.

...

Pero eh, como todos los amores, ¡hay que tratar de evitar que te absorba!

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