Un trancazo del quince me parece buena excusa para no escribir dos días en Filosente (si, me tomo findes libres), pero una aún mejor para quedarse en casita, al calorcito, disfrutando de un buen libro, una buena peli, una buena conversación... o un buen videojuego.
Para futuros catarrazos calibre diez que podáis coger, os dejo dos jueguecillos que pueden causaros horas de vicio extremo:
Toribash: es increíble lo que puede dar de si este jueguecillo de peleas. Con un sistema de turnos, físicas reales y un original control (no controlas al muñeco en si, pero puedes decidir cómo mover sus articulaciones), además de las docenas de modos (oficiales y creados por usuarios), una amplia comunidad y una tienda para personalizar a tu muñeco, se convierte en un imprescindible para aquellos que gustan de resolver las peleas a galletas.
Os lo podéis bajar desde el link que os dejo en el nombre (es gratis).
Minecraft: Sandbox de ocho bits podría ser, a grandes rasgos, una buena definición para Minecraft. Básicamente, apareces en un mundo generado aleatoriamente y te dicen que te busques la vida. Talar árboles, crear herramientas, picar piedra, construir edificios...
Miraos la página oficial y luego hablamos ;)
Y bueno, aún estoy bastante acatarrado y no me apetece escribir mucho más, así que aquí lo dejo.
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