6 de noviembre de 2011

Poesía en R2

Quisiera ir en paralelo
a la línea que me marca,
y poder decir cuando quiero
que nos crucemos.

Quisiera poder separarme
cuando por lo mismo me hiero,
y saber cuando juntarme
y disfrutar de ser secante.

Pero no debo olvidarme
que en paralelo deben marcarme,
no una línea infinita,
sino un haz de ellas, unidas.

Y que en el punto de corte,
debo también yo situarme,
siendo entonces paralelo
a mil rectas diferentes.

Y entra esas rectas, habrá una.
Una sola, que me determine.
Una para la cual coincidan
nuestros términos independientes.

Una línea que me haga no paralelo,
sino coincidente. Y sabiendo que
dos son uno, todos los paralelos
cobrarán nuevo sentido.

Pues nadie está solo en los ejes.

1 comentario: