Quisiera ir en paralelo
a la línea que me marca,
y poder decir cuando quiero
que nos crucemos.
Quisiera poder separarme
cuando por lo mismo me hiero,
y saber cuando juntarme
y disfrutar de ser secante.
Pero no debo olvidarme
que en paralelo deben marcarme,
no una línea infinita,
sino un haz de ellas, unidas.
Y que en el punto de corte,
debo también yo situarme,
siendo entonces paralelo
a mil rectas diferentes.
Y entra esas rectas, habrá una.
Una sola, que me determine.
Una para la cual coincidan
nuestros términos independientes.
Una línea que me haga no paralelo,
sino coincidente. Y sabiendo que
dos son uno, todos los paralelos
cobrarán nuevo sentido.
Pues nadie está solo en los ejes.
Genial poema.. Mis felicitaciones.
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