3 de enero de 2014

Lunática

Y se paró, sola en la noche
joven señorita de alta cuna.
Iluminaban sus ojos marrones
la luz blanca de la luna...

¿Qué era lo que la atraía
de aquella hermosa blancura?
Solo buscaba estar sola,
sin presencias inoportunas

"Háblame, oh tu luna
¿qué tienes que decirme?
¿Por qué en tu blanco reflejo
mi alma se desviste?"

Y se sintió una chiquilla tonta
al ver que la luna callaba,
¿qué le importaba al astro
lo que ella le preguntaba?

Mas cuando ya se estaba yendo
el reflejo le respondió
y de un blanco terso
a amarillo se tornó

"¡Oh, luna, eres un sol dorado!"
la joven exclamó
y una nube ocultaba
de la luna su rubor

Y hablaron toda la noche
la chica y la luna sol
brillaban sus ojos marrones
por la luz y la emoción...

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