Es increíble lo que puede sacar uno de una ducha. Me he puesto bajo el grifo y he sacado una doble temática para un artículo. Y es que hoy os quiero hablar como Mastergbdas y como Ismael, como un filosofo de pacotilla y como un adolescente aburrido. Hoy os quiero hablar de Filosente... como un Filosente.
¿Quién se acuerda de esto? Parece mentira que vayan a hacer siete meses desde que, movido por
Con más ganas que pericia, fui escribiendo artículos. Aún me río al leer aquel con el que arranqué, y ahora hasta me parece infantil la forma con la que redactaba al principio.
Sin embargo, entre toda la
Y es aquí donde quiero enlazar con el tema filosófico, remarcando un párrafo surgido de una convergencia de musas en mi mente y que se que nunca más se dará:
No tienes ningún conocimiento que ofrecer, ningún objeto o ideas maravillosos, ningún invento revolucionario. Lo único que tienes es tu forma de ver el mundo, y eso es algo que nadie más podrá transmitir.¿Por qué empecé a escribir Filosente? Esa fue la pregunta que me acudió a la mente mientras
Yo creo que, verdaderamente, lo que quería con Filosente era dejar una huella de mi vida en esta ¿real? existencia. Y os remito a la ya mítica frase con la que empiezo mis artículos, que en esta ocasión habla de ello.
A ver, entendámonos. No es que crea que vaya a lograr el reconocimiento de medio mundo por publicar mis desvaríos. De hecho, no creo ser capaz de lograr el reconocimiento ni de la lista de contactos de mi dirección de correo electrónico. Es más, no creo ser capaz ni de lograr el reconocimiento de todas las personas de mi querida habitación
Realmente, a veces pienso que no escribo para los demás, sino para mi y para mi ego. De hecho, he llenado esta entrada de enlaces a otras quizá para dejar constancia de que mi blog tiene bastantes.
La verdad, tras exponer estas dos ideas y mientras escribía, no he podido evitar esbozar una sonrisa. He recordado todos mis logros en la red
Aunque, por otro lado, puedo decir que Filosente me ha definido. Hay gente que ya lo usa como mote para referirse a mi yo real. Me sorprende las veces que algunos de mis compañeros de clase inician las también míticas charlas entre horas con el comentario "el otro día me pasé por tu blog y...".
¿Conclusión? No se si yo he definido al blog o si el blog me ha definido a mi, pero juntos hemos logrado dejar un pequeño rastro, una prueba de lo que un adolescente aburrido con conexión a la red puede hacer.
Y es que, en el fondo, tanto el blog como yo somos Filosente...
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