Miro a mi mano...
Me tiembla el puño.
Tuerzo el cuello:
no existe el miedo.
No existe el miedo...
Miro al horizonte...
Me falla la vista.
Manos a la cabeza:
no existe el temor.
No existe el temor...
Miro a mis pies...
Me llena la congoja.
Cierro los ojos:
no existe el pánico...
No existe el pánico..
Miro en mi interior...
Soy un niño asustado.
Alejo esa idea:
no existe el horror...
No existe el horror...
No hay miedo,
no hay temor,
no hay pánico,
no hay horror...
Entonces...
¿por qué...
los hallo...?
En mi interior...
A mis pies...
En el horizonte...
En mis manos...
Me tiembla el puño...
Me falla la vista...
Me llena la congoja...
Pues soy un niño asustado...
Encontrado el problema,
ResponderEliminarencontrada la solución...
piensa...
no existen temores...
existen incertidumbres