27 de octubre de 2012

Aritméticas del Amor

Uno y uno, dos.
Dos menos dos, cero.
Cero más uno, uno.
Uno más uno, uno.
Uno menos uno, uno.
Uno menos uno, cero.
Cero más mil, cero.
Cero más mil, uno.
Cero entre mil, uno.
Uno entre mil, uno.
Uno entre mil, dos.
Dos más mil, dos.
Dos menos uno, cero.
Dos menos dos, cero.
Cero más cero, uno.
Cero más cero, dos.
Uno más uno, dos.
Uno más uno, uno.
Uno de todos, tú.


1 comentario:

  1. "En primer curso de la universidad había estudiado ciertos números primos más especiales que el resto, y a los que los matemáticos llaman primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi sucesivos, ya que entre ellos siempre hay un número par que les impide ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43. Si se tiene paciencia y se sigue contando, se descubre que dichas parejas aparecen cada vez con menos frecuencia. Lo que encontramos son números primos aislados, como perdidos en ese espacio silencioso y rítmico hecho de cifras, y uno tiene la angustiosa sensación de que las parejas halladas anteriormente no son sino hechos fortuitos, y que el verdadero destino de los números primos es quedarse solos. Pero cuando, ya cansados de contar, nos disponemos a dejarlo, topamos de pronto con otros dos gemelos estrechamente unidos. Es convencimiento general entre los matemáticos que, por muy atrás que quede la última pareja, siempre acabará apareciendo otra, aunque hasta ese momento nadie pueda predecir dónde."


    ¿Y si somos eso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos pero nunca juntos....? Porque pese a la fuerza que pueda unir a dos personas, la vida no dejará nunca de erigir barreras invisibles que pondrán a prueba la solidez de su relación.

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