Ni fugaz ni estelar. Ardiente.
Digno hijo de un glorioso Fénix.
Resurgiendo de cenizas olvidadas
para darle la vuelta a lo asentado.
Ni fugaz ni estelar. Presente.
Parece mentira como es la vida.
Un salto y tres vueltas. De repente.
Y ya tienes que volverte a encaminar.
Ni fugaz ni estelar. Absorbente.
Un reloj que no se para,
ni separa. Particular ente.
Ni te espera ni se aleja.
Ni fugaz ni estelar. Ausente.
Y mi mente camina a su ritmo.
Mi corazón y mi mente.
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