28 de septiembre de 2012

Poema fugaz

No menciones tu nombre en el firmamento
que se mueren sus destellos de celos.

Cuentan los antiguos astros una leyenda
acerca de sus coquetas vecinas estrellas,
explicando el por qué algunas de ellas
en el firmamento terrestre tienen senda.

Las llaman los humanos fugaces.
Para ellos son un bello momento...
Para las dichas un amargo lamento,
pues la envidia las hizo haces.

Dicen que hubo una vez un ser
que entre los humanos residía.
Su belleza las mentes prendía,
y su mirada las almas podía ver.

Las melodías de los trovadores,
que llenaban la noche estrellada,
se juntaron en una sola tonada
de mil enamorados corazones.

Y su nombre repetían y repetían.
Descuidando anteriores alabanzas,
centraron sus cantos y sus danzas
sin sentir los dientes que chirrían.

Porque las estrellas fueron olvidadas.
¿Para qué cantar al lejano firmamento
si aquella soñada belleza de cuento
si que felicitaba sus líricas baladas?

El enfado de las luces fue creciendo:
¿quién se creía aquella niña humana,
aquella forma de vida chabacana,
ente sus viejos aduladores sonriendo?

Fue aquel un tiempo realmente fatídico,
pues algunas de las más enervadas,
por la más pura y rancia ira guiadas,
buscaron de su muerte hecho verídico.

Fuerza estrellada de existencia arcana
recorriendo en mortal viaje el universo:
si para el vasto cielo no hay un verso,
cualquier palabra es totalmente vana.

Mas los Dioses del pasado, horrorizados,
temiendo la muerte de los grandes poetas,
y de aquella chiquilla, por tontas coquetas,
intervinieron con sus poderes sagrados.

Las estrellas nunca lograron su objetivo:
cuando se hacen visibles en la Tierra
el fuego dorado a sus cuerpos se aferra
y entre gritos se pierde su destino nocivo.

Por eso, desde aquella jornada,
cuando oigas del Estivo sus canciones
y en ellas el Amor, nombre entre nombres,
contempla un segundo el cielo si es de noche
y verás qué le sucede al que los celos corrompe.

1 comentario:

  1. No me canso nunca de leer tus versos, ni de encontrarte dentro de mi corazón.

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