1 de marzo de 2010

Actitudes

Las cosas no son buenas. Las personas no son malas. Es más, ni las acciones se decantan de un lado. Al final, todo se reduce a una forma de ver las cosas. Todo es cuestión de actitudes.

Algo que he debatido (y mucho) con mi padre ha sido el tema de las actitudes. Sin embargo, he sido como una persona que se sabe ciega sin darse cuenta de que tiene los ojos cerrados. Vamos, que me he bajado de la burra y al fin he visto la importancia de lo que os quiero comentar hoy.

Hablemos de actitudes.

Largar tochazos que parecen escritos casi en árabe como los apuntes de Educación Física acerca de la carga que nos dieron este año no tiene ningún sentido. Es decir, ¿para qué voy a decir una barrabasada genialidad que nadie vaya a entender?

Por esa razón he decidido empezar la entrada de hoy con un ejemplo claro de mi postura:

Supongamos que vas por la calle. Has sido el único que ha suspendido el examen de Matemáticas entre todos los grupos de tu curso. Ha empezado a llover en una explanada, sin ninguna zona de protección... y tú sin paraguas. Además, el puente sobre ese riachuelo tan majo que usabas como atajo se ha venido abajo... cuando tu estabas encima.

Al llegar a casa, tu madre te dice la siguiente frase: ¡ve a recoger tu cuarto ahora mismo!

Di como reaccionarías.

Yo no se vosotros, pero yo me lo tomaría con paz, tranquilidad, amor... estallaría de furia de tal forma que lo de Pompeya parecería una película de los Looney Toons.

Veamos ahora otro ejemplo:

Supongamos que vas por la calle. Has sido el único que ha aprobado (y con diez) el examen de Matemáticas entre todos los grupos de tu curso. Tras todo el día lloviendo, ha escampado justo cuando salías de clase, aunque no te importaba mucho la lluvia ya que la madre de tu novi@, quizá la suegra más encantadora del mundo, se ha ofrecido a llevarte, no sin antes decirte que le encantaría que fueras de visita a su casa en cualquier momento.

Al llegar a casa, tu madre te dice la siguiente frase: ¡ve a recoger tu cuarto ahora mismo!

Di como reaccionarías.

Yo no se vosotros, pero yo estallaría de furia de tal forma que lo de Pompeya parecería una película de los Looney Toons me lo tomaría con paz, tranquilidad, amor... Le daría un abrazo a mi madre y, tarareando una alegre tonadilla, iría a hacer lo mandado.

Y ahora, la pregunta que nos interesa: ¿qué ha cambiado?

Mucha gente dirá que las circunstancias. Has tenido un día malo, te han pasado todos las desgracias inimaginables y, aún encima, tu madre con exigencias...

En cambio, en el otro ejemplo, te sientes como bendecido por un ángel y claro, al llegar a casa, vas casi levitando... Nada puede enturbiar tu felicidad.

Sin embargo, los que aún se acuerden de que tema estamos hablando, deducirán que las actitudes tienen que ver si o si con lo ya dicho... así que ahora, pasemos a la parte teórico-explicativa:

El cambio se produce en las actitudes.

La forma en la que respondes a tu madre se debe a una actitud negativa que ya arrasrtas desde el principio de la historia. Dicha actitud hace que solo veas la parte negativa de todo.

Por ejemplo, nada de lo que te ha sucedido es ireversible. ¿Que cateas? Recuperación y listo. ¿Lluvia y caída al riachuelo? ¡La ropa se seca! Además, en el segundo se menciona que tienes novi@, pero en el primero no se dice en ningun momento que no l@ tengas. En pocas palabras, la actitud negativa hace que veas lo peor y te olvides de lo mejor.

En cuanto al otro texto, aquí se ve una clara actitud positiva. Todo lo que ves te parece bueno. Y, además, no te molesta el hecho de que la lluvia probablemente se haya cargado el atajo que hacía que pudieras dormir cinco minutos más al día siguiente. Ves solo lo bueno.

Y es que, queridos Filosentes, en las actitudes está la clave. Una actitud negativa siempre traerá conseucnias negativas por el simple hecho de que dejarás de ver las positivas, y viceversa.

Por supuesto, a veces es dificil mantener una actitud "happy meal", pero al menos hay que intentarlo...

Conclusiones:

Negativa: Jo, macho, que mal me ha quedado la entrada. Menudo día llevo...
Positiva: ¡Es la mejor entrada que he escrito en mucho tiempo! Seguro que sube las visitas a mis blogs y...

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