La naturaleza verde es como el oro.
Es difícil retener su color,
Su
primer brote es una flor,
pero solo dura un instante.
Luego una hoja
sustituye a otra
y el edén se torna melancólico.
Así le ocurre al
amanecer.
El oro...no permanece.
Mentira.
El oro si permanece,
al igual que los amaneceres se suceden.
Y al igual que la alegría
sustituye a la melancolía,
al ritmo del cambiante follaje,
que a nosotros nos parece el mismo.
Pues la flor va y viene
y su color pedurá en nuestra memoria,
el verde oro de la naturaleza.
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