6 de agosto de 2012

(No iba a tener título, pero... ¡entrada 300!)

¿Qué debes buscar en la gente que te rodea? ¿Intereses comunes? ¿Comprensión? ¿Cariño? ¿Todo eso? ¿Ninguna de las anteriores...?

Últimamente no puedo evitar sentir que necesito ver las conexiones con la gente que me rodea...

¿Qué me une a ellos?

¿Cuán fuerte es esa unión?

¿Quién me echaría de menos si me fuera...?

¿Quién se preocuparía de que estuviese bien...?

¿Quién, en definitiva, está ahí, conmigo, de verdad?

Hay alguna gente que, para este o para oeste, no necesita responder a esa pregunta. Pero hay tanta gente que se queda en el corazón de la Rosa...

Las tiranteces de los últimos tiempos me pueden. Quizá soy como aquella torre... me han quitado un pilar y he colapsado en parte. Y no quiero reconstruirla con los mismos errores... Pero para eso hay que aprender una lección: quien no está conmigo, no tiene por qué estar contra mi... Entre el blanco y el negro, hay mil y un grises.

Mi mente es un huracán tan estrecho que estar en el ojo es peor que estar en los bordes. Pero bueno, seguimos adelante... siempre.

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