Son secretos,
recovecos del alma.
Atento a las señales...
Atento a los candados.
Toses. Apartas la mirada.
Se que te sientes incómodo
tratando de esconderlos:
porque son secretos.
Te sientes acosado. Mentira.
Lo sabes todo. O crees saberlo.
Sientos como si te escrutara
los recovecos de tu alma.
No puedes evitarlo. Desiste.
Nadie puede engañarme.
La razón es sencilla:
yo si estoy atento a la señales.
No te asustes. No lo haré.
No son mis secretos. No lo son.
Pero no trates de evitarlo,
yo si estoy atento a los candados.
Son secretos,
recovecos del alma.
Atento a las señales...
Atento a los candados.
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