14 de octubre de 2011

Es como un juego, pero real.

No se me ocurre otra cosa.

Es y no es.

Es que golpear y sorprender que te golpeen.

Desear algo y no hacerlo.

Saber lo que es lo correcto y temer equivocarse.

Lanzar el golpe agachado, no mirar al contrario.

Ignorar las señales.

Es como vivir sin vivir, un pasado y un futuro sin presente. Como volver a ver una peli y estar deseando ver el beso, la escena de acción, el reencuentro tras largos años.

¿De qué sirve un momento? Al fin y al cabo, es eso, un momento... Y que poco sentido tiene todo sin él.

El momento presente... vivir el momento...

Pero tampoco. Un "carpe diem" no puede hipotecarte.

El momento es importante. Por un momento se redime una vida.

Pero la vida es un conjunto de momentos. ¿Acaso no importa más el conjunto que el instante?

Cuanto más lo pienso, más me confundo... Realmente solo quiero volver a las tardes de verano en las cuales lo importante era lo que fue, lo que era y lo que sería.

¿Dónde está eso ahora?

¿Dónde estás?

1 comentario:

  1. Los momentos no los podemos atar hacia adelante, no podemos ver que lo que hacemos servirá en un futuro, solo podemos atrás cabos hacia atrás y ver que lo que hicimos nos sirve ahora o nos sirvió en un momento. Eso dice Steves Jobs en un discurso que dio en la universidad de Standfort, si no lo has visto te recomiendo que lo busques, vale la pena.

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