28 de diciembre de 2009

El triunfo de Sporky

Ya os avisaba ayer de que pronto daría la noticia y, tras un segundo e-mail que me ha alegrado el día de ayer, hoy puedo hacerlo oficial: habrá muñecos de Sporky en tiendas.


Bueno, tras las caras de "¡WTF!" y "¡OMG!" que se os habrán quedado, será mejor que empiece por el principio...

Veréis, hace unos días descubrí quién era uno de los que firmaban como "anónimo" en mi blog: el dueño de una juguetería de mi pueblo. Es un hombre bastante simpático y lo conozco porque ahí es donde compro mis mantitas calentitas y mis ositos de peluche desde que era muy pequeño.

Total, que pasé el otro día por su establecimiento y, al verme, me dio un abrazo (como siempre). Como no tenía prisa, empezamos a hablar y el mismo acabó por informarme de que leía mi blog a diario (también me dio un tirón de orejas por actualizar tan poco estos días ^^U...) y que se había reído bastante con mis entradas, especialmente con las referencia a Sporky. Yo, animado por sus palabras, le comenté todo lo que sabía de Sporky: que era la creación de un tal Santiago y que lo había visto por primera vez al visitar Microsiervos, en su sección WTF. Total, que tras hablar de mi aaaaamo el cerdo un poco más, me dijo que esperara un segundo y me trajo... ¡una versión de Sporky que el mismo había hecho! Ese Sporky 2.0 era bastante bueno, pero le faltaba algo del original... Enseguida descubrí lo que: el peluche de cerdo era muy distinto al usado por Santiago. Se lo comenté a Anxo (es el nombre del encargado de la tienda, "Ángel" en gallego) y este me dijo que, si volvía a las cuatro, abriría la tienda para nosotros dos y que, si no tenía nada mejor que hacer, podíamos tratar de hacer un peluche de Sporky.

Animado por la idea de tener a mi mascota del blog en la realidad, llamé a casa para pedir permiso. Me fue concedido y quedamos para después de comer.

Total, ya me véis a mi todo el día 23 en una tienda de juguetes buscando peluches de cerdo y poniéndoles caretas de Spiderman... Hasta que nos dimos cuenta de un detalle crucial: ¡faltaba el agujero del morro!

Total, perdimos dos horas (tiempo que nos quedaba hasta que la tienda reabriera) para darnos cuenta de que el primer muñeco, el de Sporky 2.0, era el que habíamos buscado. Le hicimos rápidamente el agujero de la napia y quedo un Sporky que ni pintado.

En fin, mientras yo le echaba un cable a Anxo para recoger un poco la tienda (a veces me paso allí a currar como dependiente para ganar un dinerillo extra), mi amigo abrió la tienda y empezaron a llegar los típicos clientes navideños: padres acompañados por hijos pequeños que pensaban que estaban mirando un catálogo para pedir a Santa/RRMM. Justo cuando me iba a guardar al cerdo para llevarmelo a casa, un niño pequeño (bueno, tendría diez años) me vio y solo se le ocurrio decir: "¡Ladrón! ¡Se lleva a Spidercerdo!

En fin, los padres del niño ese empezaron a gritar conmigo hasta que Anxo, alertado por el escándalo, vino a solucionar eso. Yo, rojo como un tomate, no sabía donde meterme...

Cuando había tomado la decisión de irme a casa, oigo al niño tocanapias que me confundiera con un ladrón decir "¡Mamá, yo quiero a Spidercerdo! ¿Se lo puedo pedir a los Reyes?". Miré al Sporky en mi mano y, con un suspiro, me di la vuelta y le dije al niño: "Chaval, este cerdo se llama Sporky... y tuyo es". Total, que hice mi buena obra del año o eso creo... y el niño quedo como unas Pascuas. Me despedí de Anxo, le di las gracias por todo y me fui a casa.

Los tres días siguientes los pasé fuera de casa, con mi familia. Esa fue la razón de que no pude leer el correo de Anxo hasta el día 26 por la noche. Lo copy-pasteo (está en gallego, pero os lo traduzco al castellano debajo)
Bó Nadal, Ismael! Quería dicirche una cousa incrible, así que, se les esto a tempo, espero que pases pola miña tenda o 27 sobre as 11 da mañá. Saudos os teus pais e a túa irmá.

Versión castellanizada:
¡Feliz Navidad, Ismael! Te quería decir una cosa increíble, así que, si lees esto a tiempo, espero que pases por mi tienda el 27 sobre las 11 de la mañana. Saludos a tus padres y a tu hermana.
Total, picado por la curiosidad, me levanté temprano y me dirigí a la tienda de Anxo. Nada más llegar, me saludo y me puso un billete de 20 euros en la mano. Yo, sorprendido, le pregunté que a que venía eso y, en toda respuesta, me señaló una estantería que no estaba el otro día...

Un letrero con el nombre de "Sporky" presidía el mueble, que contenía un montón de peluches de Sporky, que se vendían al precio de 4 euros el peluche. Vamos, que se tenía un euro de beneficios ya que la careta de Spiderman valía un euro y el peluche de cerdo dos... O eso fue lo que me hizo ver Anxo tras comentarme que había vendido cuarenta Sporkys, a raíz de (y esto es lo más flipante) ¡que el niño que me había llamado ladrón se lo había enseñado a sus amigos!

Anxo había decidido compartir conmigo la mitad de los beneficios que diera el nuevo juguete y, ilusionado, empezó a hablar de que, si tenía éxito, podíamos distribuirlo por distintas tiendas, que había que patentarlo...

Y ahí me di cuenta de que Sporky no era de nuestra invención. Con la emoción, casi olvidamos que el cerdo no era obra nuestra, sino de Santiago...

Compusimos un plan de acción para ver como podíamos hacer y llegamos a una conclusión: al llegar a casa, le enviaría un e-mail a Santiago y le ofrecería el 33% de los beneficios sobre las ventas de Sporky.

Así lo hice y hoy me llego un correo de Santiago:
Estimado Ismael, espero que no sea una broma. Nunca se me habría ocurrido que lo que hice en un día de aburrimiento para enviar a Microsiervos pudiera generar beneficios. Se que puede sonar un poco desconfiado por mi parte, pero me gustaría recibir una prueba de que no eres un adolescente aburrido con ganas de gastarme una broma pesada. Firmado, Santiago.
Visto eso, fui a hablar con Anxo y quedamos en que él pondría en la web de su local un anuncio acerca de la venta de Sporkys que luego enviaríamos a Santiago.

Así se hizo y Santiago me respondió de esta forma al correo:
Estimado Ismael,¡qué alegría me das! Perdona por haber dudado de tu palabra, pero es raro encontrar gente honesta en estos tiempos. Quiero darte las gracias de corazón y decirte que, para mi, el dinero es lo de menos. Quedásolo vosotros, lo único que pido es que me déis la autoría de la imagen del cerdo (de su nombre, hechos y demás, como ya he visto, te has encargado tú). Espero que podamos conocernos el tal Anxo, tu y yo algún día y espero que vuestro intento de llevar a Sporky a la fama salga bien.

A pesar de su tentativa de no recibir nada, regateamos con él hasta que aceptó quedarse con un 20%, quedando un 40% para mi y otro tanto para Anxo.

Y nada, amigos, a estas horas se han superado las 100 unidades vendidas de Sporky. Espero que esto tenga futuro y, de momento, podéis encargar el vuestro en la web de Agarimos, la tienda de mi amigo (las entregas se harán a partir del 2 de enero).

Espero que, al hacerse conocido el puerco, también se haga conocido mi blog, así que... ¡Larga vida a Sporky!

2 comentarios:

  1. Larga vida a Sporky, bien dicho.

    Ya encargué 142 muñecos a la tienda, de hecho, están en proceso de hacerme cliente de oro.

    ¡Feliz Navidad! Aunque mejor felicitar por otro día xD

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  2. *--* ¡Larga Vida a Sporky!

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