14 de octubre de 2009

Una reflexión dura de digerir

La Filosofía tiene muchas ventajas: logras desarrollar tu personalidad, amplía tu visión del mundo, logra empatía, no engorda y es tan ligera que no notarás que la llevas puesta. Pero, como todo, tiene inconvenientes. El de la Filosofía es, precisamente, que se basa en verdades... y no se anda con rodeos al decirlas.


Ayer empecé el famoso trabajo de mitos que acabé hoy y lo comenté con mi padre (gran apoyo en esta materia). Tras hablar un rato, empezamos con otros temas. Empezamos a hablar de el Mundo de Sofía y en esto largué esa frase: No soporto a la gente intransigente, como la madre de Sofía en el libro. Mi padre me miró, entre divertido y extrañado. Yo me expliqué: es que no aguanto a la gente que es incapaz de ver más allá de sus narices y que no puede pensar que no todos tienen por qué ser como ellos.

En ese momento me di cuenta de algo que hasta ese instante se me había escapado.

No soportar a los intransigente... Ser intransigente con la intransigencia...

En pocas palabras, llevo toda mi vida siendo intransigente, aunque sea solo con un grupo concreto de personas. 

Si detesto a los intransigentes y yo mismo lo soy... ¿acaso soy detestable?

Aunque puede resultar extraño en un principio, si sigues los argumentos, es como matemáticas: 2+2=4.

Con esta aburrida anécdota lo que quiero decir es que filósofos hay muchos si consideramos filósofos al "amante o buscador de la sabiduría", en la traducción literaria de esta palabra. Todos, de hecho, somos filósofos en ese sentido.

Yo, al igual que muchos, no soy filósofo en el otro sentido que le damos, ya que hay algunos saberes que me duele reconocer. Quizá ha de pasar mucho tiempo antes de que pueda afirmar ser filósofo y no sofista ("sabio" o "que cree saber")... o puede que nunca lo haga.

Aunque claro, esto es otra contradicción... ¿no es famosa la frase de Sócrates: "Sólo sé que no se nada"? ¿No es esa una idea que adoptaron los filósofos posteriores a Sócrates?

¿Entonces que soy: filósofo, intransigente, filósofo de pacotilla? ¿Qué?

Esa es de las pocas preguntas filosóficas que he podido responder, pero me he obligado a crear un concepto nuevo. No soy un filósofo, soy "un intento de filósofo". Soy un adolescente jugando a ser filósofo. Soy un Filosente.

4 comentarios:

  1. Ya la liaste, porque ese pensamiento exacto me viene a la cabeza en cuanto me pongo a pensar en el tema. Dura la filosofía...

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  2. Es el problema de usar el cerebro: a veces trae consigo jaquecas...

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  3. Quizá a estas alturas de tu vida ya tienes una respuesta para cada pregunta que te puedas hacer.
    Ahora, mi querido Filosente toca olvidarte de todo y replantearte cada una de las cuestiones de tu vida.
    Suerte.

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  4. Querido anónimo, visto que no quieres revelar tu identidad, no seré yo el que lo haga.

    A estas alturas de la vida no tengo respuesta a la mitad de las preguntas que me hago, y de la otra mitad solo tengo una visión parcial de una posible respuesta...

    Sin embargo, en vez de dejarme llevar por la confusión, recurro a la filosofía en un intento de disipar las nubes que me rodean...

    Nubes de ignorancia...

    Aunque claro, nunca me desharé de todas ellas...

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