2 de febrero de 2010

Antifilosofía (o Erisofía)

Todo lo existente tiene su contrario, que trata de destruirlo al coste de su propia existencia.

Como de costumbre, inicio mi artículo con una pequeña frase que define la idea principal de lo que quiero contaros. Hoy toca hablar de una de mis teorías personales, descabelladas e intransferibles por menos de 100000€: la Antifilosofía.

Mejor empiezo por el principio: mi clase de Tecnología Industrial de ayer lunes.

Resulta que, hablando de energía nuclear y reacciones nucleares, salió el tema de la antimateria, es decir, lo contrario de la materia. No conozco mucho del tema y, de hecho, es posible que cometa algún error al exponer lo poco que sé, así que espero que me disculpéis si erro al hablar.

Lo que salió de antimateria en la clase fue la antipartícula del electrón (si, esa partícula negativa de ínfimo peso): el positrón. Básicamente, el positrón es calcado al electrón, exceptuando por un detalle: tiene carga contraria a la del electrón. Si un positrón y un electrón se encontraran, se anularían mutuamente.

La antimateria es complicada de encontrar de forma natural en nuestro planeta y, hasta donde se, en nuestra galaxia, aunque se puede crear en laboratorio por reacciones nucleares.


Pensando en todo eso llegué a la última clase de la mañana: filosofía. Mi cerebro hizo "click" en ese instante y un término se me pasó por la cabeza: Antifilosofía.

Me ha llevado dos días madurar una pequeña base teórica y que se pueda explicar, que no se quede en una idea platónica abstracta, sino que se pueda pasar a algo concreto, a algo particular. Esto es a lo que he llegado: la Antifilosofía es una forma de pensamiento reflexivo que, usando métodos, estructuras, etc. similares a los de la Filosofía, persigue un objetivo contrario.

Esta definición deja un cabo suelto que el lector debe atar, y es reflexionar sobre el objetivo de la filosofía. La filosofía no se puede definir de la misma forma que la biología o las matemáticas, debido a que reflexionar sobre qué es la filosofía es hacer filosofía, y esto es algo bastante subjuntivo. Yo, por mi parte, seguiré desarrollando este concepto en función de lo que para mi es la filosofía: una forma de pensamiento reflexivo que busca guiarnos para encontrar nuestra propia forma de pensar. Es decir, la filosofía nos ayuda a aprender a pensar por nosotros mismos.

Sabiendo eso, la Antifilosofía buscaría lo contrario: evitar que pensemos. Aborregarnos, vamos.

Aunque a muchos se nos ocurrirían bastante chistes (en mi caso, tachaduras) relacionados con la Antifilosofía y la tendencia política actual, vamos a obviarlos. Ya queda poco para acabar y luego se abrirá la veda.

La Filosofía y la Antifilosofía no pueden coexistir, ya que necesariamente una debe eliminar a la otra para poder permanecer. No podemos pensar y no pensar a la par, al igual que no podemos existir y no existir a la vez (salvo que hablemos de dimensiones paralelas).

Creo que el estudio de la Antifilosofía podría ser importante para aprender de dónde nace y saber así que impulsa a la gente a dejar de pensar, a olvidar como usar su seso, a guardar su razón bajo llave.

Y aquí empieza mi teoría de la Antifilosofía. Creo que aún se puede desarrollar más, pero no será ahora cuando emprenderé esa absurda e inútil tarea.

Quizá, como último paso de esta teoría, debería darle un nombre similar en etimología al de Filosofía... Si Filosofía viene de "filos", que es amor, y "sofos", que es sabiduría, lo más adecuado sería "Fobiosofia" (fobia = odio). Sin embargo, queda algo cacofónico, así que quizá quedaría mejor algo como... ¡Erisofía! (Eris era la diosa del odio y la discordia en la mitología griega).

Para acabar esta base teórica, pregunto:

¿Piensas?

¿O piensan por ti?

¿Eres filósofo?

¿O eres erísofo?

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