Las personas son como el viento.
Hay brisas agradables,
caricias refrescantes
que alegran el corazón
con su suavidad constante.
Hay vientos cálidos,
presencias reconfortantes
que traen paz y consuelo
en momentos preocupantes.
Pero también hay tormentas
provocadas por vendavales;
borrascas destructivas
capaces de descolocar pilares.
¿Tienes tiempo acaso
para conocer todos los vientos?
Yo me niego.
Busca mi corazón alegría
o formas de volverlo pensante,
huyo pues de la algarabía
que produzca pesar incesante.
Pues si algo tengo seguro
es que cada cual es responsable
del viento que ice sus velas
y sea el motor que lo levante.
Así pues, dedicaré mi vida,
tratando de no ser pedante,
a buscar a aquellas personas
que la hagan triunfante...
Pues aunque tienen historias que los explica...
Evito a las personas ruidosas y agresivas...
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