¡Para! ¡Detente! ¡Horror!
¿No ves tu craso error?
¡No sigas! ¡Quieto! ¡Espera!
¿No ves que se desespera?
¡Agh! ¡Y sigue! ¡No para!
¿No ves que metes la pata...?
Y me enfada y angustia
ver los fallos ajenos.
Ajeno a su situación...
Ajeno a una solución...
Mas no ajeno al tormento,
a las funestas consecuencias,
a los negros pensamientos
que avecinan nubes negras...
Pero nada es tan terrible,
y todas las crisis se superaron
como debiera yo el dramatismo
algún día, dejar de lado.
Por eso lo mejor es no pensarlo:
si no puedes controlarlo,
sea o no claro...
Indudablemente marcha como debiera...
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